Hombres y mujeres, en torno a los 30 años, con estudios superiores y políticamente activos y críticos con la gestión de los partidos tradicionales. A este perfil respondían la mayoría de españoles que emigraron durante los años de la crisis.
La recesión golpeó con fuerza nuestro país a partir de 2008 y se cebó principalmente en los jóvenes. Muchos buscaron fuera las oportunidades que se les negaban en España. “Más que por estar en desempleo per se, emigraron ante la falta de perspectivas de estabilidad en el empleo y ante la imposibilidad de encontrar un trabajo ‘de lo suyo'”, explica Amparo González Ferrer, socióloga y especialista en demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Con un panorama tan sombrío a la vista, más de 225.000 españoles, según datos oficiales, decidieron hacer las maletas y buscar fortuna, principalmente, en otros países de Europa entre 2008-2012, siguiendo el camino que habían emprendido algunos de sus compatriotas en los años 60.